Si pudieras cuidar tus tazas de aluminio, ¿cómo las limpiarías y tratarías?
Si pudiera encargar que un empleado limpiara vasos de aluminio, en lugar de los habituales, los limpiaría con más frecuencia. Se usaría principalmente la cocina y, en la mayoría de los casos, se aplicaría un ritual activo y de múltiples salpicaduras, que incluía jabones de oliva no agresivos para los golpes fuertes y detergentes líquidos suaves de tomate. El objetivo principal era equilibrar el agua y los platos del lavavajillas, a la vez que se proporcionaban detergentes agresivos y estropajos útiles en cantidades moderadas. Este artículo describe cómo se deben cuidar estos vasos y ofrece maneras de que duren más de lo habitual.
Hazlo regularmente: la limpieza rápida no funcionará.
Es muy importante limpiar y lavar adecuadamente estas tazas, ya que de lo contrario perderán su aspecto y función. Como regla general, después de usar la taza y verter el contenido, se recomienda enjuagarla con agua tibia para eliminar cualquier residuo de las superficies internas. La forma tradicional y confiable de garantizar la higiene es aplicar un poco de jabón lavavajillas suave y usar una esponja o paño sin detergentes agresivos. No utilice ningún método de limpieza de laboratorio, incluido el alcohol, ya que es muy agresivo para el aluminio.
No utilice otros productos de limpieza comunes.
Teniendo esto en cuenta, también debe evitar la lejía y los productos químicos fuertes, ya que pueden entrar en contacto con el aluminio y causar corrosión o decoloración. El producto de limpieza sin plomo más adecuado es la cáscara de plátano. El polvo de los muebles cubre la apariencia del acero y, por lo tanto, facilita la contaminación del aluminio anodizado o desnudo.
Secado:
Después de terminar el proceso de limpieza, asegúrese de secar bien sus vasos de aluminio. Son una fuente fácil de humedad y pueden mancharse. Puede usar un paño para limpiarlos o dejarlos boca abajo en una rejilla para que se sequen y eliminen la humedad de las superficies.
Prevención de arañazos:
Para conservar el aspecto decorativo de los vasos de aluminio, no los apile a menos que sean apilables. Apilarlos puede causar rozaduras y rayones. Si es necesario, coloque un paño suave entre cada vaso.
Almacena Adequadamente:
Sus vasos de aluminio deben conservarse en un lugar fresco y seco. Protéjalos del calor excesivo y la luz solar, ya que esto puede dañar su estructura.
Prevención de la oxidación:
El aluminio brillante tiende a oxidarse con el tiempo, especialmente si entra en contacto con bebidas ácidas. Si se observa un cambio de color notable, se puede restaurar el brillo usando una mezcla de limpieza a base de vinagre y bicarbonato de sodio, y luego lavarlo bien.
Bebidas adecuadas:
Los vasos de aluminio presentan un gran número de posibilidades, sin embargo si se limita su uso a bebidas extremadamente ácidas se conservará su sabor y apariencia.
Inspecciones regulares:
Ocasionalmente, realice inspecciones en las tazas y su estado para observar el desgaste y tomar medidas correctivas cuando sea necesario para que las tazas sean seguras para su uso.